Nick Bostrom

El universo es simulado

Realidad artificial

«El universo es simulado»: leo el titular de una noticia en un medio periodístico de relevancia en nuestro país. Lo primero que se piensa al leer el titular es que es una noticia humorística: «Científicos investigan si el universo es una realidad artificial». Es la universidad de Washington ni más ni menos, la que pone a prueba la hipótesis de Nick Bostrom. El universo puede ser una recreación informática y el hombre podría vivir en una realidad artificial.

La simulación se ha realizado con la cromodinámica cuántica, capaz de hacer recreaciones diminutas del universo. El científico ha explicado que pretenden hacer una simulación suficientemente grande como para encontrar algún detalle análogo al de la simulación. Pronto sabremos si el universo es simulado.

El futuro es apasionante

Nick Bostrom es matemático y filósofo

Nick Bostrom es considerado una de las 100 mejores inteligencias del planeta. Intenta de alguna manera acertar lo que nos espera en la siguiente década. Estamos en un proceso de transformación que no se ha visto nunca en la historia de la humanidad. En este proceso, el ser humano es la mayor amenaza y a la vez la mayor promesa.

Hemos estado sometidos a lo largo de la historia a grandes catastrofes naturale, y posiblemente si seguimos así podremos estar otros tantos años capeando el temporal. Sin embargo no estamos preparados para lo que se nos viene encima producto de nuestro desarrollo:

  • La superinteligencia
  • La nanotecnología molecular
  • La biología sintética

Ambas crearan el transhumanismo. No estamos muy lejos. La clonación de humanos no se podrá evitar pero primero será perfeccionada con los animales.

Superaremos nuestras limitaciones biológicas y con la tecnología frenaremos el envejecimiento. Nick Bostrom es defensor de la selección genética con el objetivo de prevenir enfermedades.  Es firmante junto con 61 científicos del derecho a la criogenización (congelación del cuerpo o cerebro para que mantenga la información neuronal). Cuando fallezca, su cabeza será segregada del cuerpo y congelada. Así hasta que haya tecnología para transferir esa información cerebral a un ordenador.